Sobre mí

mejorar autoestima superar dependencia emocional apego encontrar una pareja estable

¡Hola! Me llamo Marc Ciurana Adell. Soy terapeuta y coach especializado en vida afectiva y amorosa. Además soy viajero, cantor, montañero, meditador y un sinfín de facetas más la inmensa mayoría de las cuales aún no he alcanzado a descubrir 😉 Y estoy aquí para acompañarte en tu proceso transformador hacia el amor, si por fin has dicho basta a sufrir en tu vida sentimental y has decidido pasar de verdad a la acción para crear la vida amorosa sana y satisfactoria que tanto anhelas y mereces. 

Para empezar déjame aclararte que antes de poder acompañarte a ti en tu proceso he tenido que aprender a acompañarme a mí mismo. Y es que el gran desafío para mí a lo largo de mi vida ha sido convertir todo mi sufrimiento y malestar sentimental en mi más valioso tesoro: conocerme a mí mismo para sentirme en paz disfrutando de una vida llena de amor y sentido. Para ello me ha sido necesario «aprender a aprender» de mis experiencias en una vida sentimental difícil y especialmente intensa, hasta hace no muchos años repleta de montañas rusas, dolorosos pozos sin fondo, efímeros fuegos artificiales y muchas mismas piedras en el camino.

Mi propia experiencia personal y mi afán por alcanzar soluciones sólidas me han llevado, y me siguen llevando, a profundizar en el estudio de todo aquello que como seres humanos nos lleva a sufrir en los vínculos afectivos y a limitar nuestra innata capacidad de disfrutarlos plenamente. Y en el camino, sentir con claridad cómo mi historia personal y mi evolución profesional confluían de manera natural me condujo a especializarme terapéuticamente en este tipo de problemática. Fruto de una gradual y calmada maduración de todo este bagaje nació este proyecto, con mucha ilusión y muchas ganas de poder contribuir al bienestar de las personas que están pasando por situaciones similares. Con el tiempo, las numerosas personas que han logrado transformar su vida sentimental -reencontrándose consigo mismas en el proceso- a través del Programa Disfrutar el amor no ha hecho sino reforzar el motor con el que nació este proyecto. Me siento muy feliz con ello 🙂

Mi viaje

Puedo decir que mi vida sentimental empezó a ser intensa ya desde muy temprana edad 😀 Mi tendencia marcadamente enamoradiza y mi galopante timidez resultaron una combinación fatal que se tradujeron en numerosos amores platónicos a los que nunca me atreví a dar espacio y expresión. En mi pre-adolescencia, a pesar de que me costaba horrores, empecé a atreverme a interactuar ni que fuera lo justo para expresar mis deseos a la chica en cuestión, aunque sin éxito alguno ya que coseché numerosos rechazos con lo cuales experimenté mucha frustración y desconsuelo. Ni una sola vez mi enamoramiento fue correspondido, lo cual me llevó a un estado de melancólica tristeza que fue calando en mí hasta instalar en mi corazón un oscuro combo de incomprensión y dolorosa resignación. Esa situación no mejoró con los años y empecé a establecer relaciones con algunas chicas que, aunque no me entusiasmaran, me permitían aplacar mi inconsciente afán exploratorio y mi necesidad de sentirme correspondido. 

A mis 25 años debido a una serie de inesperados y marcados cambios en mi apariencia física mi realidad sentimental cambió por completo y empecé a “triunfar” como nunca antes hubiera imaginado. De repente podía acceder a todo aquello que yo percibía que me había sido negado y que tanto anhelaba, lo que provocó que empezara a sentirme más “feliz” que nunca, eufórico, exultante, casi en estado de gracia. Pero no supe gestionar aquella abundancia tan novedosa para mí de forma sana y constructiva. Por más chicas que conseguía conquistar (en estos términos lo vivía yo), nunca tenía suficiente. Mi vida empezó a girar en torno a eso, y mi sed de nuevas aventuras resultaba insaciable aún con el paso de los años. 

No supe valorar, cuidar y conservar algunas relaciones de pareja con chicas que valían oro. Me hice daño a mí mismo e hice daño a otras personas. Por más conquistas, romances y relaciones que acumulara, en el fondo me seguía sintiendo vacío e insatisfecho, y aunque con otra apariencia, seguía siendo aquel mismo niño herido enamoradizo que moría de tristeza y melancolía. Mi inconsciencia y dependencia emocional me llevaban a aferrarme a las relaciones que menos sentido tenían, con lo cual mi sufrimiento iba en aumento. De hecho los desamores y rupturas fueron en esa época más dolorosos que nunca, y mi más que manifiesta incapacidad para mantener y disfrutar de una pareja estable no hacía más que realimentar mi frustración y desazón. ¿Qué me llevaba a fracasar una y otra vez en mis intentos por disfrutar el amor en pareja y a sufrir tanto por el camino? ¿por qué a pesar de la abundancia que me estaba brindando la vida me sentía tan frustrado e insatisfecho en mi vida sentimental? Eran preguntas que con los años empezaba a hacerme de forma más recurrente, pero no encontraba respuestas. Toqué fondo. Varias veces. Y de varias formas. Y aunque lo pasé muy mal en ninguna de esas ocasiones tuve el valor suficiente para adentrarme en mí mismo como era preciso.

Aprovechar la oportunidad

Hasta que una de mis crisis sentimentales coincidió con una importante crisis profesional y algo me impulsó a decir basta de una vez por todas. Justo después sufrí una lesión que me obligó a parar varios meses, la cual me permitió disponer del tiempo y calma necesarias para reflexionar profundamente sobre mi vida. Eso me condujo a replantearme y cuestionarme mis decisiones y actitudes vitales y a darme cuenta que hasta ese momento las había vivido de manera inconsciente, fruto de un perfecto desconocimiento de quién yo era y de qué realmente quería. Y lo más importante, me condujo a asumir por fin la responsabilidad sobre mi vida, focalizar en mí y comprometerme a trabajar en mi interior todo lo que fuera necesario para revertir aquella situación, dejar de pasarlo mal y disfrutar de una vida con más sentido. Después de varias y valiosas ocasiones desaprovechadas a lo largo de mi vida, por fin la estaba aprovechando. Y me sentía comprometido con ello, no había vuelta atrás.

En el decurso de ese proceso de autoindagación tomé algunas decisiones importantes, entre ellas cambiar mi modus vivendi, poner fin a mi etapa profesional de más de quince años como investigador e ingeniero, y seguir el camino que empezaba a sentir en mi corazón: formarme como coach. Con un doble propósito que encajaba totalmente con mi momento vital: por un lado adquirir más herramientas para poder expandir mi consciencia y seguir con mi proceso de autoconocimiento, y por otro lado explorar un posible camino profesional que me aportara mayor realización y sentido.  

Mi experiencia con el Coaching fue muy transformadora, dio un fuerte impulso a mi evolución personal y profesional, me permitió empezar a comprender mi propia naturaleza y me abrió la puerta a formarme en otras técnicas terapéuticas (terapia regresiva, sanación pránica, mindfulness, sonoterapia…), las cuales han ido ampliando y complementando mis recursos para poder acompañar a personas en procesos de cambio que requieren trabajar en las profundidades del Ser. A nivel personal todos estos recursos me han ayudado a comprender mi manera de funcionar en mis dos realidades de sufrimiento en el amor (el rechazado y el triunfador) y progresar muchísimo en la sanación de aquel niño herido que tanto me condicionaba en ambos casos.

¿Para qué lo hago?

Cuando conseguí transformar en gran medida mi situación después de tantos años y empecé a vivir el amor con mucho menos sufrimiento, desde la calma, la paz y la confianza, empecé a experimentar un bienestar en la vida que antes no podía ni imaginar. Empecé a sentirme mucho más libre para expresar mi verdadero Ser y poder decidir de verdad sobre mi vida. Aprendí a disfrutar de mí mismo y de una vida más consciente y con mucho más sentido, a sentir el amor como nunca antes lo había experimentado. Gané en calidad de vida, mi felicidad empezaba a depender sólo de mí, ya no estaba a merced de mi realidad exterior. En paralelo, al seguir creciendo en mi camino como terapeuta e ir conectando cada vez más con mi propósito vital, sentí claramente que la vida me había hecho especialista en poder ayudar a personas a transformar su sufrimiento en el amor, y que puedo ofrecer mi acompañamiento desde la posición y perspectiva más adecuadas.

Mi principal motivación y propósito es ayudar a las personas que lo están pasando mal en su vida sentimental a que puedan a vivir su propia transformación, permitiéndoles un cambio en la calidad de su vida amorosa tal como yo he experimentado, porque me parece el regalo más maravilloso de la vida. De hecho, mi propósito vital es contribuir a un mundo con personas más libres, conscientes y amorosas, en el cual las decisiones se tomen desde el respeto y el amor a uno mismo, a los demás y a la naturaleza. Por eso me haría muy feliz que tú también aproveches tu oportunidad y te pueda acompañar en tu proceso hacia el amor y una vida más plena.

¿Por qué conmigo?

Lo he vivido y transformado

He vivido una vida sentimental insatisfactoria desde dos realidades muy distintas, lo cual en el proceso para transformarla me ha permitido comprender con mayor profundidad las causas del sufrimiento, de manera que puedo acompañarte desde un lugar más cercano, productivo y útil para ti. Sigo aprendiendo, para mí y para ti.

Terapeuta multidimensional

Uso herramientas terapéuticas que permiten trabajar de manera complementaria en todas tus dimensiones (espiritual, emocional, mental, física), para que puedas resolver todo lo necesario en profundidad desde la raíz y en todos los niveles de tu Ser, de manera que tu transformación sea sólida y tangible en tu día a día.

Método propio y específico

El método Disfrutar el amor ha sido especialmente diseñado, en base a mi experiencia personal y profesional, para acompañar a personas que desean transformar su vida amorosa. Para que puedas trabajar adecuadamente y de manera personalizada todo lo que necesitas para alcanzar la vida amorosa que realmente quieres.

Investigación aplicada

Mi pasado en el mundo de la investigación aplicada en ingeniería aporta estructura, equilibrio y consistencia a mi metodología terapéutica, aunando dos aspectos muy productivos cuando van de la mano: explorar en la profundidad del tema para obtener nuevos conocimientos (“investigación”), y orientar ese trabajo a resolver problemas existentes de la forma más óptima posible (“aplicada”). 

Propósito y compromiso

El acompañamiento que ofrezco está completamente alineado con mi propósito vital (abrirme al amor y a expresar mi Ser) y con mi visión (una humanidad más consciente, en paz y conectada a su esencia amorosa). Ese punto de partida llena de sentido mi trabajo y me permite comprometerme plenamente en acompañarte cuidadosamente en tu proceso.

Sigo contigo

El programa Disfrutar el amor pretende que cuando lo finalices disfrutes de tu vida sentimental con plena autonomía propia, pero si al finalizar el mismo crees que necesitas un poco más de acompañamiento, puedes contar conmigo. Te atenderé para que sigas con tu proceso con toda la prioridad y con unas condiciones especiales. 

He recibido la siguiente formación (por orden cronológico)

  • Ingeniero de Telecomunicaciones
  • Doctor en Telecomunicaciones
  • Ingeniero en Informática
  • Formación y certificación en Coaching personal
  • Formación en Coaching grupal
  • Formación en Mindfulness
  • Formación en Sanación pránica
  • Formación en Terapia de vidas pasadas (terapia regresiva)
  • Formación en Sonoterapia y voz terapéutica